¡Finalmente ha llegado otoño! El verano parecía casi eterno, en alguna manera, acá en Barcelona viendo gente con chanclas y pantalones cortes hasta finales de septiembre … ¡igual podían haber sido guiris!
Siembras de hortalizas de otoño
Con los cambios de temperatura hay cambios en las siembras, de plantas de verano a plantas de invierno. Algunas hortalizas se pueden sembrar casi todo el año, como rábanos, remolachas, o lechugas por supuesto; esto es posible porque tienden a tener variedades mejor adaptadas para temperaturas frías en vez de calurosos.
En general, las plantas de invierno tienen diferentes características que las de verano, en el sentido de que prefieren temperaturas bajas, su fotoperiodo (la luz que necesitan) es reducido, adaptándose a los días más cortos. También tienden a tener cierta resistencia a heladas cortas, permitiendo así que se las pueda cultivar en estos meses de chimenea y caminatas en los bosques pisando hojas caídas.
Hoy en día, mucha gente se ha olvidado lo que nos traen las estaciones con respecto a la comida, ¡salvo las setas a las que buena parte del país está atento! Con la excepción de esta pequeña “caza sin muerte”, por lo general la gente se ve las hortalizas de invierno menos emocionantes de las de verano.
Mi punto de vista es distinto. Creo que hay más que suficiente variedad, y maneras de combinarlas para satisfacer los gustos de todos. En nuestra casa por ejemplo, ya empezamos a dejar las ensaladas veraniegas, ahora las comemos uno o dos veces a la semana, pero aún con ingredientes variados como lechuga, rúcula, rábano, perejil y zanahoria, remolacha y nabo tierno rallado encima – una ensalada de multicolores lleno de vitaminas y sabores de temporada.
Lo que empezamos a comer más son los guisos o las sopas. Como británico, me gusta mucho la comida estilo curry (pero no muy picante como a algunos locos que conozco). Estos platos combinan las hortalizas de invierno en maneras fantásticas, con sabores complejos desarrollados sobre una base de hierbas como salvia y romero, poco usadas en verano.
Una estrella de estos platos, bueno dos, son el apio y la chirivía. Los dos tienen un sabor intenso, pero sin dominar sobre los otros sabores. Son una base perfecta para sopas y guisos, y una sopa de chirivía es estupenda! También es tiempo de legumbres, y podemos usar las diferentes variedades de lentejas (no recomiendo el cultivo de ellas en tu mesa de cultivo, salvo por curiosidad) en combinación con verduras de hoja como acelgas y espinacas, o lo que ahora se ve más en el supermercado, las coles rizadas (kale en inglés o Brassica oleracea var. Sabellica).
El kale, mi nombre preferido para esta col, es un clásico inglés y también se consume mucho en los EE.UU. Dentro de las coles, aporta un cambio importante por su sabor, mucho más interesante que el de la col milano, por ejemplo. Como puedes ver por su nombre científico es de la familia Brassicaceae, igual que la col, el brócoli, la coliflor, el colinabo, el nabo y algunas más, y todas se encuentran en el huerto en invierno. Curioso, ¿no?
Pues todo lo que he mencionado podría estar en tu huerto de otoño invierno*… ¿quien dijo que será aburrido como de temporada? Hay que sembrar ya!
*dependiendo de donde estés y la orientación del huerto puede ser demasiado tarde para sembrarlas